• En el caso de cierta CF escrita en México, hay una doble invasión: espacial y temporal. Ocurre así, por ejemplo, en La destrucción de todas las cosas (1992), de Hugo Hiriart, y en “La catástrofe” (1984), recogido en La sangre de Medusa de José Emilio Pacheco.211 En estos textos, se emplea un género que se percibe como ajeno para abordar la dislocación extrema que supondría (que en realidad supuso) una invasión extranjera. La alegoría histórica sirve, una vez más, para aclimatar a la CF a las tierras latinoamericanas: a los autores de la región les resulta fácil sugerir que la expansión imperialista europea en las Américas fue el primer contacto entre dos mundos, el Viejo y el Nuevo. La alegoría histórica hace que ese mundo que hipotéticamente observa y amenaza en silencio desde el primer párrafo de La guerra de los mundos de H.G. Wells, y que en un día cercano, aunque futuro, pasa a invadir la Tierra en general y el sur de la Inglaterra victoriana en particular, carezca en la obra de Hiriart de un carácter hipotético y por venir. La idea de una llegada hostil de fuerzas invencibles no se proyecta como posibilidad en el futuro, sino que para Hiriart y Pacheco puede ser localizada de forma inmediata en sendos momentos traumáticos y fundacionales de la historia mexicana.